La última carta de Miguel de Cervantes.

Publicado: abril 23, 2010 de albertomelgares en Literatura, Música
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Celebrando el día del Libro les aconsejamos una lectura cantada. Yo la descubrí teniendo ya forma de canción puesto que tuve noticia de este texto a través de la garganta del cantaor Enrique Morente en la última pista de su disco “Morente sueña La Alhambra” de 2005 llamada “La última carta”. Así titulada ya que fue escrita el 19 de abril de 1616, dos días antes de morir, por Miguel de Cervantes. En realidad, el texto tenía como destino formar parte de la dedicatoria a Pedro Fernández de Castro y Andrade, VII Conde de Lemos y mecenas suyo, de la última novela de Cervantes “Los trabajos de Persiles y Sigismunda”. Y así fue cuando “la carta” formó parte de la edición de la novela un año después, en 1617.

Para hablar de la canción citaré a alguien más apropiado en la materia, el escritor especialista en flamenco Marcos Escánez Carrillo publicada en jondoweb.com. Dice: “La crudeza del tratamiento que aplica a la despedida última el más insigne novelista de la historia de la literatura universal es algo poco conocido que el Maestro pone al alcance de los aficionados a la buena música. Con fondo de coros, y percusión, para la cual también se apoya en su propia voz, va estimulando el rever para dar sensación de lejanía. Vuelve a las apoyaturas de la música gregoriana con un planteamiento estructural, que no musical, parecido al del tema que abre el disco. Morente quiere acercarnos a esa intimidad terrible de asumir la muerte desde las ganas incondicionales e insaciables de vivir que despiertan en todo el que se sabe cerca de la muerte. Con la elección de este texto para cerrar un disco que se quiere acercar al movimiento surrealista desde la reflexión, se abre una nueva y doble sensibilidad en la discografía de Enrique Morente. Por un lado intenta abarcar la esencia de la vida desde el sueño y por otro intenta proyectar esta misma esencia desde la muerte”

A muchos les sonará la parte de la carta en la que dice “con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir” y es que fue el trozo que Morente incluyó en aquel encuentro mágico que se vivió en el Heineken Greenspace de Valencia en la noche del 28 de octubre de 2005 cuando sobre el escenario coincidieron el cantaor granadino y Sonic Youth. Momento histórico de la nuestra y de la suya, de la música contemporánea en definitiva.

Aquí les dejo la dedicatoria de la novela de Cervantes y a la vez la letra de la canción de Morente casi cuatro siglos después.

A don Pedro Fernández de Castro,

conde de Lemos, de Andrade, de Villalba; marqués de Sarriá, gentilhombre de la Cámara de su Majestad, presidente del Consejo Supremo de Italia, comendador de la Encomienda de la Zarza, de la Orden de Alcántara

Aquellas coplas antiguas, que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan:

Puesto ya el pie en el estribo,

quisiera yo no vinieran tan a pelo en esta mi epístola, porque casi con las mismas palabras la puedo comenzar, diciendo:

Puesto ya el pie en el estribo,

con las ansias de la muerte,

gran señor, ésta te escribo.

Ayer me dieron la Estremaunción y hoy escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir, y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies a Vuesa Excelencia; que podría ser fuese tanto el contento de ver a Vuesa Excelencia bueno en España, que me volviese a dar la vida. Pero si está decretado que la haya de perder, cúmplase la voluntad de los cielos, y por lo menos sepa Vuesa Excelencia este mi deseo, y sepa que tuvo en mí un tan aficionado criado de servirle que quiso pasar aun más allá de la muerte, mostrando su intención. Con todo esto, como en profecía me alegro de la llegada de Vuesa Excelencia, regocíjome de verle señalar con el dedo, y realégrome de que salieron verdaderas mis esperanzas,  dilatadas en la fama de las bondades de Vuesa Excelencia. Todavía me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos de Las semanas del jardín, y del famoso Bernardo. Si a dicha, por buena ventura mía, que ya no sería ventura, sino milagro, me diese el cielo vida, las verá, y con ellas fin de La Galatea, de quien sé está aficionado Vuesa Excelencia. Y, con estas obras, continuando mi deseo, guarde Dios a Vuesa Excelencia como puede. De Madrid, a diez y nueve de abril de mil y seiscientos y diez y seis años.

Criado de Vuesa Excelencia,

Miguel de Cervantes.

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